Es increible como Dios se hace presente en todas las áreas de nuestras vidas, incluso en las que pensamos que no tiene nada que hacer ahí... nos sorprende con su grandeza. Lo digo porque Masaaki Imai (padre de la filosofía ingenieril del mejoramiento continuo) dijo una vez que el punto de partida del mejoramiento es reconocer la necesidad.
Y así es en nuestro andar, pues primero aceptamos que solos no podemos y necesitamos un Salvador, que todos los proyectos que iniciamos no se concretan sin la ayuda de Dios, pues su mano es la única capaz de hacerlo todo y de hacerlo perfecto. Es importante entender esto desde esta etapa de Definir, en la cual definimos muy bien el objetivo de nuestro proyecto.
Los puntos básicos de esta etapa son los siguientes:
1) Nombre del proyecto. Ej: Crecer espiritualmente, trabajar en mi humildad.
2) Definición del problema. Sería genial hacerlo en papel para que las ideas vayan fluyendo de mejor manera, aqui se debe explicar la importancia del proyecto. Por ejemplo: Me cuesta controlar mi enojo y constantemente me siento mal por no poder actuar como Dios quiere que lo haga, pues mi enojo no me lo permite.
3) Alcance y limitaciones. Quiere decir todo aquello que va rodeando la meta y no la permite expandirse, son esas variables que sujetan el objetivo. El más importante sería Dios, pues Él posee el control de todo, y de Él depende el rendimiento de este proyecto. Por eso es importante saber que estamos actuando según Su voluntad, pues de esa manera Él nos irá dando todo lo necesario para llegar al éxito. La oración es vital para pedir instrucciones y actuar en base a ellas.
4) Stakeholders (involucrados). Dios de primerísimo!!!!!! Nosotros de segundos y de tercero otras personas. Por ejemplo, en el caso de la persona que quiere manejar su enojo, pues involucrados serían sus familiares, compañeros de trabajo, pareja, etc.
No importa cuanto tome esta primera fase, porque el éxito va a depender del caminar en base a la voluntad del Señor y tener bien claro QUÉ es lo que Dios quiere que hagamos, nuestra parte en el asunto, pues de lo demás Él se encargará. Así nos daremos cuenta que nuestro papel será secundario, pues Él no nos abandonará en este crecimiento, nos protege a cada instante y nos va dando las situaciones, herramientos, armas y personas para que Su gloria se refleje en nuestras vidas.
Los objetivos son tan importantes que Dios nos lo dejó bien claro en la Biblia:
Mateo 9:29 "Entonces Jesús les tocó los ojos y les dijo: Que se haga conforme a la fe que ustedes tienen"
Dios es fiel, si tenemos fe en Él podemos tener metas grandes; porque Él es grande y todo lo puede.
No hay comentarios:
Publicar un comentario