viernes, 22 de junio de 2012

Pequeño Mortal Cap 9. La Isla Bani.

Las vacaciones son interrumpidas por un plan de Meizqui para vengarse de todos, pero este plan sobrepasa sus expectativas pues hay cabezas mayores que utilizan la oportunidad para determinar finalmente quien es la oscuridad y quien es el resplandor. No todos saldrán vivos en esta ocasión.
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jueves, 21 de junio de 2012

Vida Desconocida

Me imagino a Dios teniendo un taller en el Cielo, donde talla los rostros de cada uno de los seres humanos, sin repetir uno solo, por más genética involucrada cada una tiene su particularidad. Así que, aunque una persona cruce con muchas otras durante sus años de vida, no encontrará a alguien idéntico a otro. Cada rostro tiene más de una historia oculta y sentimientos que moldean las facciones, pero la gran mayoría son rostros desconocidos.

Vidas desconocidas que creemos conocer: los tabloides juran saber los detalles de las estrellas de cine, el cliente enjuiciador pone etiquetas al cajero que lo atiende, el estudiante universitario se ríe con sus compañeros de un muchacho que sale en un video en Internet, y un departamento laboral se sortea el periódico dando sus teorías sobre un accidente.

Dentro de los 365 días del año, puede que una de estas vidas desconocidas se tope con la nuestra. Puede que aunque no la conozcamos, seamos el último que esa persona vea, o la última con quien habló antes de ser impactada por un bus. Puede que seamos aquel sentado en una calle alentando a un accidentado a soportar el dolor hasta que la ambulancia llegue. Cabe la posibilidad que alguien que jamás antes hayamos visto, se convierta en un rostro que muy difícilmente olvidaremos.

¿Cuántas vidas desconocidas pasan a nuestro alrededor? ¿Cuántas voces al otro lado de un teléfono ansiosas de una palabra de aliento, de esperanza, de amabilidad? ¿Cuántas personas esperando ver el rostro de Jesús saliendo de la multitud e instándola a vivir en gloria? Somos desconocidos para millones de personas, así que cuando este encuentro ocurre, el mejor rostro que podemos proyectar es el de Jesús. Esa cara sí es conocida, porque la creación siempre reconoce a su creador, ese rostro sí transmite paz y esperanza. Transmite tranquilidad y amor. Y, sí ese fue el último rostro que la vida desconocida vio, ya no será desconocida para nosotros. Ya tendrá nombre y apellido. Ya habremos sido usados por Dios para dar el mensaje de que existe una vida después de esta, y nuestra existencia no volverá a ser igual.

martes, 5 de junio de 2012

Rata


¿Qué se te vendría a la cabeza si te dijera que soy una rata, que me siento como una completa rata? Probablemente pensarías que soy un pesimista extremo o que he hecho algo terrible y no logro perdonarme, y puede que tengas razón, puede que sí sea tan lleno de defectos como piensas, total ya dije que soy una rata.

Pero no necesariamente por las razones que piensas. Siempre me han dicho que las ratas son sucias, que pueden ser peligrosas, que muerden y destruyen todo a su paso, pero me parece que me dijeron eso porque no saben nada sobre ellas. La gente se sube a las sillas, buscan veneno, trampas y todo lo demás para matarlas. El miedo a lo desconocido nos lleva a los humanos a hacer terribles cosas, total ya lo dice el dicho, mejor malo conocido que bueno por conocer. Y sin saber si la rata pueda ser inofensiva o no, harán lo posible para no tenerla a la vista. Se va entendiendo lo que quiero decir?

Y si pensamos en las ratas de laboratorio, es más que triste, pasan toda la vida siendo alimentadas para sufrir de los experimentos. Hombres y mujeres las sacan de sus jaulas solo para probar teorías, para comprobar que tanto pueden resistir, sin importarles si sufrirán o no, puesto que solo son prototipos. Y también están las ratas que sirven de alimento para otros animales, las mantienen gordas sólo para ser devoradas por otros.

Incomprendido, maltratado, y usado, suena a una crisis existencial adolescente, pero también suena a una realidad muy cercana… para todos. ¿Cuántos no se han sentido rechazados y desearan que los demás fueran amables y se interesaran en conocerlos, en lugar de ponerles trampas o huir de ellos? ¿Quién no ha sentido que juegan con ellos, que sufren por las consecuencias de los demás injustamente? ¿Quiénes se han sentido menospreciados y juzgados por algo que no son o que no han hecho? Yo sé que las ratas sí, y yo también. Es irónico salir a la calle, saber que eres juzgado por tu estatus social, por tu forma de vestir, por tus estudios o apariencia y sentirte como una rata cuando quienes caminan a tu lado y te juzgan se sienten igual que tú… como unas completas ratas.