Probablemente desde muy pequeño escuché la frase y he crecido con ella, de vez en cuando alguien la menciona y recuerdo lo popular que es: "todos los caminos llevan a Roma". Una frase que antes era una realidad por la logística de carreteras de Roma se convirtió en una frase muy conocida en muchos países, yo creo que no hay tico que no la haya escuchado al menos una vez. Pero resulta que la cosa no es tan cierta; al menos no lo es aplicado en la vida.
A partir de la adolescencia, casi siempre, el ser humano comienza a tomar decisiones del rumbo de su vida, puede optar entre estudiar o vagar en algún vicio, puede decidir entre hacerse amigo de un grupo o hacer lo posible por integrarse a otro, puede seguir sus tradiciones familiares o iniciar sus propias. Puede devolverse de un error o volver a caer en este, puede enamorarse perdidamente, o sigsagear esquivando las flechas del amor. En la etapa adulta aun más decisiones se toman: "Me caso o no me caso", "Trabajo aquí o busco en otro lugar", "Me arriesgo o no", "Salgo de la deuda o me meto en esta otra". ¡Que increible las incontables calles que nos ofrece la vida"
Hay para todos los gustos: si tu ruta es llegar al éxito hay muchos caminos que podés tomar. Podés agarrar por una carretera directa, que suele ser larga y cansada, pero no hay tantos obstáculos en el camino. Podés tomar otra más corta, que tiene curvas peligrosas y suele haber deslizamientos, pero es un chance que se corre. Hay calles de calles, anchas, estrechas, concurridas, desoladas, en mal estado, recién construidas y se pueden manejar también de diversas maneras: manejando con las dos manos al volante o distraido, acompañado o solo, a velocidad moderada o temeraria. En fin, da la apariencia que para un mismo destino hay muchas rutas.
Y en muchos casos es así, nada más antes de arrancar nuestros motores analizamos por donde nos podemos ahorrar tamaño pedazo y llegar rápido, o bien que sea una ruta que me permita disfrutar del recorrido. Pero no todas las calles llevan a Roma, porque cuando el destino es el Cielo, hay un sólo camino.
Aparecerán personas que te dirán de rutas alternas, de algunos caminos que parecen sencillos y al fin y al cabo llevan al mismo lugar, y existirán personas que te dirán que no hay caminos para llegar porque el lugar no existe, o que es tan pesado el viaje que no vale la pena. Pero son mentiras o argumentos producto de la ignorancia. Porque para llegar al Cielo no hay atajos, ni rutas alternas ni calles que se pueden hacer por otros lados; Cristo Jesús es el único camino que conduce al Cielo y por lo tanto todos los demás conducen a otro lado... posiblemente a Roma, pero al Cielo no.
"Tomás le dijo a Jesús:
-Señor, no sabemos a dónde vas, ¿Cómo vamos a saber el camino?
Jesús le contestó:
- Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre; y ya lo conocen desde ahora, pues lo han estado viendo."
Juan 14: 6-7